Cuando uno viaja, independiente del objetivo que se tenga, se debe hacer bajo la actitud correcta. Es decir, una actitud abierta a cosas nuevas, observadora y tolerante.
Cuando viajamos, muchas veces nos encontramos con ciertas costumbres que nos parecen raras, y con las cuales no estamos de acuerdo, pero tener una actitud tolerante y observadora te permitirá entender y comprender de mejor manera a la sociedad en la que te encuentras.
Al final, el sentido justamente de viajar es tener experiencias nuevas y conocer otras formas de vivir.
Ver para opinar y entender de verdad
Si viajas a alguna parte y no cambia en algo tu forma de ver las cosas, es porque no lo hiciste con la actitud correcta, no se trata de encontrar los argumentos para reafirmar lo que pensamos, se trata de observar y entender.
Quizás puedes estar en un país árabe y no estar de acuerdo con que las mujeres estén tapadas, pero si observas suficiente, te darás cuenta de cómo viven, las consecuencias que ésta forma de vivir tienen, o quizás, sólo puedas tener argumentos más sólidos para estar en contra, pero debes estar ahí y observarlo.
Por otro lado, Si vas a Tailandia, podrías no estar de acuerdo con el abuso que se comete con los elefantes, pero con la actitud incorrecta, podrías no entender las similitudes entre ésta práctica y las que ocurren en tu país con las vacas, y otros animales con los cuales también se abusa.
Es necesario entender que lo que observas es una consecuencia de hechos, y que tu forma de entender las cosas también lo es, por lo que es importante ser tolerante y aceptar estas acciones, ya que eres un visitante, y no eres parte de ahí.
El costo de no intentar entender lo distinto
Hace un tiempo, conversaba con una amiga que me decía que había estado un mes en Tailandia, y que nunca había usado los baños en el piso, porque le daba asco.
Yo me quedé impresionado. Al nunca intentarlo, jamás entendió el sentido de usar ese tipo de baños, y lo prácticos que realmente son. En ellos, nuestro cuerpo evacúa de manera natural, de la manera que se hacía antes que se inventaran los baños y la cual es producto de la evolución por lo cual el proceso resulta muy fácil, e incluso limpio.
Otro amigo, me dijo que estaba en India, y que le daba asco ver como todos comían con la mano, pero detrás de esto hay una lógica que utiliza la ayurveda, o medicina india, en la que considera a las manos como la primera etapa de la digestión, dónde los dedos al tocar el alimento, hacen que nuestro cuerpo entienda el tipo de alimento, y la digestión sea mucho más efectiva.
Juzgar sin conocer
Si bien siempre hay que ser cuidadosos, hay que evitar juzgar sin conocer. Muchas veces lo hacemos por un aspecto físico característico, el cual asociamos a algo malo, pero el cual al no tener un conocimiento real podría hacernos caer en un prejuicio totalmente erróneo (la mayoría de las veces, de hecho).
Una vez, por un descuido, perdimos una billetera, y una persona de el Salvador (país del cual teníamos muchos prejuicios), siendo extremadamente amable (lo cual nos generó inseguridades también), terminó siendo un ángel en nuestro camino, y una ayuda excepcional que hasta el día de hoy agradecemos muchísimo.
Recuerda…
Estás viajando, y cómo tal, estas ahí para observar, aprender y cambiar, no para juzgar, seguir pensando lo mismo, y tener una actitud cerrada ante lo nuevo.
Las cosas nunca son blanco y negro solamente, y los viajes son una forma de aprender a abrir los ojos, y ser capaces de ver la escala de grises, que para muchos parece no existir.
Por último.
Ten cuidado con las expectativas. Cuando se viaja, se va a un lugar que no se conoce, por lo que todas nuestras expectativas son basadas en fantasía. Si viajas, ten una actitud libre de expectativas, abierta a vivir lo que el viaje te entregue y a disfrutar de esas cosas.
Quizás va a hacer mucho calor, la gente va a ser desagradable, o lo encontrarás sucio, pero también es probable que a pesar de eso, encuentres una persona con la que valdrá la pena conversar. A pesar de lo sucio habrá lugares o momentos en los cuales va a estar limpio y se podrá disfrutar, y quizás sea mejor descansar en los momentos de más calor y salir a conocer cuando esté más fresco.
No dejes que una expectativa errónea arruine tu viaje, recuerda que vas a descubrir, y que nunca la expectativa es igual a la realidad. Generalmente es mejor, pero si te enfocas en lo negativo, no podrás ver las cosas positivas que hay.
Viajar nunca es fácil, pero siempre vale la pena.
Si bien viajar parece el sueño de muchos, pero viajar significa salir de casa, de tu ciudad, de la comodidad de tu vida, por lo que hay algunos que no logran entenderlo.
Mi abuelo, por ejemplo, siempre usó los viajes con un medio para obtener remuneración, por lo cual vivió tanto la cara negativa de los viajes sin tener los beneficios, que cree que viajar es básicamente estúpido.
Aún así, sin haber vivido los viajes de esta manera, no es para todos.
Viajar significa muchas veces caminar sin descanso, dormir poco o interrumpidamente, pelear con gente que intenta abusar de ti, comer mal o poco, e incluso vivir el destino como una expectativa imposible de satisfacer.
Pero aún así, viajar vale la pena. Observar costumbres y formas de vivir distintas, apreciar las diferentes formas de rutina que tiene la gente en distintos lugares.